En realidad en los dos cajones de mi escritorio

Hay una canción en el cajón de mi escritorio,
varias fotos gastadas y un sobre cerrado.
Un secreto muy viejo, y muchos marcadores.
Hay papeles desordenados, billetes antigüos,
algunos crayones, candados inútiles
y recuerdos graciosos.
Está mi papá en sexto grado y en blanco y negro,
arriba de unas cartas que no recordaba.
Hay papel glasé, tres reglas, y dos adaptadores
(de tres patitas a dos).
Aparezco yo de pequeña entre varios post-it,
un prendedor nunca usado, y un monedero.
Veo algún que otro escrito, el diploma de la secundaria,
una pila de diskettes, y varios artículos de librería.
Hay un souvenir de Roma, un estuche vacío de anteojos,
algunos tornillos sueltos, postales, y guías de viaje.
También negativos, lápices de colores, el manual de un programa,
la factura de un pasaje, unos stickers y una muñequera.
Encuentro una receta médica, un mapa a la quinta, y tres canciones más, en el cajón de mi escritorio.