lunes, 29 de octubre de 2007

Recordando

no te escondas de tu lágrima,
la nostalgia nocturna
hoy te invade.
no te apenes del paso del tiempo
que deviene en la transformación de cosas.
un pulmón de pena
que llora sangre de mis venas,
tus ojos me recorren
y recuerdan mis rincones.

Una noche

un bar, tu mirada intensa,
el trago de cerveza,
mi cuello que te tienta,
y yo que me rindo.
la barra testigo
de nuestros impulsos,
de tus besos,
de mi abrazo.
el barman que nos mira,
y yo que te sonrío todo el tiempo.
vos intrigado,
porque me robo tu atención,
tus oídos, ojos y abrazos.
el taxi que nos busca,
y vos que me llevás de la mano.
el lugar que nos recibe,
y nosotros nos perdemos.

sábado, 27 de octubre de 2007

Pelos de punta














Foto: Eugenia

jueves, 25 de octubre de 2007














Foto: Eugenia

N I C A














Foto: Eugenia

















Foto: Eugenia

Colgada














Foto: Eugenia

Mr.T en sueños

Mr.T ha vuelto a visitarme en sueños. Esta vez ya no se manifestaba como héroe y no aparecía recién al final del sueño. Anoche no había otra situación protagonista además de la de nuestro deseo.
Empecé y terminé soñando con él. Lo identifiqué desde el primer momento, siempre supe que era él, ÉL.
Envueltos como en una especie de furia contenida, con cada mirada se acrecentaba la necesidad de tocarnos, rozarnos, la necesidad de cualquier tipo de contacto físico que nos llevara a consumar o de alguna manera a concretar los que nuestros ojos gritaban impacientes.
En un momento se acercó (en un acercamiento más grande que cualquier otro que hayamos tenido...al menos fuera de sueños), y me invitó a jugar al bowling. Yo, muy polite, le dije que si lo que quería era pasear un rato conmigo, prefería salir a comer algo. Quedamos en eso.
Acto seguido (y por más que estuviera en un lugar RE público), quise dormir un poco. Para mi sorpresa, Mr.T (exquisitamente osado), agarró una sábana muyyy suave y luego de taparme se acostó al lado mío (obvio, abajo de la sábana también).
Besos, abrazos, caricias, cucharita. Cuerpos desnudos, y al fin la liberación de tanto deseo acumulado.
Lo más loco, es que casi sin tiempo para quedarnos reposando, con los cuerpos conectados, y mimándonos...aparecimos en mi quinta (como si todo nuestro entorno hubiese cambiado en segundos...o como si la cama se hubiese transportado hacia otro lugar. Todo fuera de foco salvo nosotros, hasta aterrizar en la quinta). Allí mi abuela regaba el pasto, y varios amigos disfrutaban de la pileta, el sol, y el fútbol improvisado.
Mr. T y yo aparecimos en el interior de la casa, pero en esa parte a la que mi abuela entraba todo el tiempo a buscar vaya a saber uno qué. Obviamente el clima ya no era el mismo y yo quise vestirme (además, quería evitar que ambos tuviéramos que salir al mismo tiempo al jardín). Una vez que él estuvo listo, salió y se fue derechito a la pileta. Desde ahí (no sé cómo y a través de qué), él miraba cómo me vestía. En un momento nuestras miradas volvieron a cruzarse y quedaron fijas, pero ahora a la distancia, y otra vez se sentía necesidad de contacto físico.
En ese momento me despertó el teléfono, y luego de atender intenté con todas mis fuerzas volver a dormirme, sólo para continuar el sueño. Por supuesto, ya no pude...aunque Mr. T seguía revoloteando por mi cabeza pero ahora, claro, sin forma, sin rostro, sin lugar...sólo quedaban restos de las sensaciones que me provocaba su cuerpo, su mirada, su tacto, él, todo él.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Otro día

mi deseo prohibido,
y tu cuerpo deshinibido.
mi mano caliente,
sobre tus labios bien húmedos.
un suspiro de otoño en verano,
y lo tibio de tu panza en invierno.
una "participación" según Brisa,
que es como el polvo de primavera.
tu cuerpo sobre el mío,
y el mío sobre el tuyo,
caricia, cerveza, mirada,
y beso de lengua.

Golpes

tus manos rojas,
y tus ojos llenos de excusas.
tus puños impacientes,
y tus golpes desprovistos de inocencia.
tus venas gigantes,
y el motor de tu violencia.
tus palabras al viento,
intentando justificar lo inhumano.

domingo, 21 de octubre de 2007

sábado, 20 de octubre de 2007

¿Y el día del HIJO?

El domingo se acerca y con él el día de la madre.
Por supuesto, ya desde hace unos días sé qué voy a hacer y a qué hora para pasar un rato con nuestra madre que, generosa o imprudentemente, nos trajo al mundo a mi hermano y a mí hace ya unos cuantos años.
Siempre nos reuniremos para esta fecha y también para el día del padre, como lo hacen aún hoy papá y mamá con sus respectivos padres, convirtiéndose estas fechas en una especie de tradición inapelable.
Y con eso todo bien, pero... ¿y nosotros? Tenemos el día del niño, pero es sabido que una vez que nuestra edad ya no se corresponde con los estándares de niñez...ya no tenemos ni felicitaciones, ni regalos, ni reunión, ni almuerzo, ni cena, ni agasajo. ¡Pero seguimos siendo hijos! No es, acaso, tan lógico, oportuno, sano (y hasta perfectamente comercial), celebrar que somos tan hijos como ellos padres? Digo, el reconocimiento no pasa por agradecer que nos han traído al mundo...pues de más está decir que no lo hemos pedido y que hasta somos el capricho, decisión, o equivocación de ellos. Más bien el asunto pasa por reconocer todo lo que hasta ahora nos han dado, sobre todo afectuosamente hablando, si se quiere, pero en todo caso cada uno sabe qué les celebra a sus padres.
Igual de justo me parecería que ellos tuvieran algo que celebrar en el hecho de que "nosotros" y no otros sean sus hijos. En el hecho de que nosotros hayamos sido su capricho, decisión o equivocación...pero de que en definitiva, somos hoy, lo mejor de sus vidas. (Estamos de acuerdo en que para un padre lo más importante son sus hijos, no? Al menos es lo que todos ellos dicen...no podré confirmarlo hasta tener uno).
Ya que tenemos tantas fechas comerciales que incentivan ampliamente el consumo, y favorecen a los comercios...¿por qué no agregar otra? Voten para que exista El "día del hijo".

miércoles, 17 de octubre de 2007

Hansel y Gretel

Las baldosas todas rotas,
ya no forman más el dibujo en tinta china
de tu cuerpo apasionado.
El camino de Hansel y Gretel se ha borrado,
y con él toda pista de cómo regresar al pasado.
El humo de tu cigarro abandonado,
y las cenizas de tu marihuana ahí flotando.
Tus manías congeladas,
y tus cartas olvidadas.
Tu yo desfigurado,
y mi voz perdida.

Deseo

no me tientes con tus gestos,
tus palabras, sonrisa y hoyuelos.
no dilates más los momentos de ropero,
lavatorio, alfombra y telo.
agarrame fuerte las dos manos,
ya no importa quién espíe,
te lo digo como algo verdadero.
yo dejo que me lleves,
que me busques y me traigas...
vos solamente sometete a mi deseo.

XXY

Interrumpo mi bellísima tarde bajo el sol, para contarles que este finde vi XXY. Es la ópera prima de Lucía Puenzo, que realmente merece ser vista. Esta peli es un drama basado en el despertar sexual de una adolescente hermafrodita (interpretada brillantemente por Inés Efron), que se ve involucrada con un chico un par de años más grande que ella. El eje central es el choque entre sus identidades y sexualidades, con el peso puesto sobre la particularidad de Alex (Inés Efron). Un tratamiento muy cuidado de la imagen, palabras que no abundan, y un muy buen elenco (Ricardo Darín y Valeria Bertuccelli hacen de padres de Alex). No esperen conclusiones, porque en ese sentido la peli es ambigüa (lo cual me parece aún más atractivo), aunque deja una sensación alentadora, si se quiere, al finalizar.
Ojo: hay un par de escenas algo fuertes (aviso para los muy sensibles).
Si la ven, después me cuentan!

sábado, 13 de octubre de 2007

Oraciones borrachas

"es porque quiero algo que no es esto, pero en realidad tampoco lo quiero a él. Entonces mejor no hacer nada y simplemente tomar unos tragos."

Oscuridad

El sol se pone,
la oscuridad asoma,

interrumpe, se impone.
Viene a buscarme impaciente,
me dice que no hay tiempo
para recogidos,

rimel, y tapa ojeras.
Dejo la cámara, me visto, y salgo.
Foto: Eugenia

Él




Un Recuerdo

Me transporté a través de mapas, fotos, y palabras.
Me transporté a través de una guía,
que en su momento fue el manual de nuestros días.
Me transporté hacia las ferias, playas, bares,
y tardes de bahía.
Tu cuerpo de blanco, y mi sonrisa imborrable,
las noches de miradas, cerveza y compañía.
Unos paseos de cuento, y una ciudad de encanto,
un morro muy alto, y un lindo bondinho.
La copa de Martini, y el barquito que nos llevaba,
la salvación de la pileta, y la samba con Joao.
Unas vistas de sueño desmesurado,
y mi vejiga impaciente en una re fiesta de playa.
Tu temor al funicular, y mi excitación por subir,
el deseo de congelar ese momento para siempre,
allá en los 575 metros de altura.
El mercadito de frutas, flores, carnes y especias.
Pedazos de los muchos momentos Big Bi,
Severina, y el blanco cisne de la Lagoa.
La salida con Diana, Gil, Joao y mexicanos,
la vista nocturna a la Bahía de Guanabara.
El cielo estrellado y pintado por fuego,
mil colores explotando en luces el cielo.
Tu piel y la mía, el agua de mar,
y del irreparable chuveiro.
Tardes de lluvia, caricias y besos,
mi mirada encantada,
toda yo súper asombrada.
Tu cansancio o pereza,
y mi desesperación por recorrer cada
rincón cubierto de tanta belleza.
Los viajes en metro,
caminatas en hawaianas,
y descansos bajo las sábanas.
El encuentro cuando llegamos,
la despedida cuando nos fuimos,
el amor cuando estuvimos.
Viaje de foto, video, y sonrisa.
La ciudad y ese amor,
dos dulces recuerdos
con aire a melancolía.
Saudade.

miércoles, 10 de octubre de 2007

¿Ahora también rugby?

Terrible ese patriotismo deportivo de los argentinos.
Como si fuera poco, además de los mundiales, de los torneos de apertura-clausura, de la Copa Libertadores, la Sudamericana, del fervor por los clásicos del domingo, y no sé cuánta cosa más; ahora tenemos que lidiar con que repentinamente son todos amantes del rugby.
Durante toda la semana pasada escuché comentarios (hasta en los lugares menos pensados y de la gente menos pensada), acerca de los Pumas y los insportables Pichot, Hernández, y no sé quiénes más.
No sé si me molesta más ese fanatismo absurdo y repentino de la gente, el rugby en sí, o quienes lo juegan. Pero sí estoy segura de que de esa combinación no puede salir nada favorable.
Qué ansiosos se ponen todos ante la posibilidad de un triunfo tan ridículo como levantar una copa después de haberse tirado encima de unos cuantos y haber machucado la cara de algunos otros.
Ojalá termine rápido este mundial para que las cosas vuelvan a la loca normalidad, porque si pudiera elegir, prefiero escucharlos hablando de fútbol muchachos.

* Se aclara que todos los nombres aquí volcados, sólo los conozco gracias al fanatismo deportivo de diversos muchachos (y de mi madre, claro).

Con razón quiero que llegue el fin de semana

Estaba con otras personas en la puerta de un pequeñísimo almacén y a punto de entrar a comprar vaya a saber uno qué. Justo en ese momento, con el pie en el aire para sortear el escaloncito de la entrada, escucho que en la vereda gritan: "tiene un arma". Entonces la gente en la calle empieza a salir corriendo para todos lados, y un grupo y yo entramos rápidamente al almacén y nos refugiamos detrás del mostrador. La persona armada, una mujer horripilante, harapienta y con la cara más malvada que he visto en mi vida, entra también al almacén y descubre a quienes estábamos escondidos. Se acerca a tres de las personas y sin titubear les dispara asegurándose de su muerte. Mi mirada estaba enfocada hacia el piso, y mi cuerpo agachado y enrollado en posición fetal (moría de miedo, mal). Faltaban dos muchachos antes de llegar hasta mi cuerpo pero en lugar de acercarse... esta vil mujer retrocede, y desde la vereda tira hacia adentro una especie de granada. En ese instante nos paramos y salimos lo más rápido que pudimos del almacén (nunca en mi vida corrí tan rápido y tan asustada), arrojando nuestros frágiles cuerpos lo más lejos posible de ese lugar ya siniestro. Una vez afuera, corrí, corrí, y corrí.
No recuerdo bien qué pasó a partir de ahí. Pero la próxima imagen que tengo en mi cabeza me ubica en una especie de quinta de pasto muy verde rodeada de varias personas, con la presencia lejana pero latente de esa malvadísima mujer.
Lo que más recuerdo son unas sensaciones escalofriantes, todo el miedo que nunca sentí, mucha angustia, y desesperación inmanejable.
Obviamente estábamos secuestrados. Mi cuerpo estaba casi tieso sobre una casa de árbol (no sé si por alguna droga o un estado de shock), y mi mirada fija en un televisor prendido (sí, funcionaba ahí arriba en la casita del árbol), que transmitía no sé qué programa en vivo con Gasalla. Mi boca entumecida intentó en ese momento decirle a quien me acompañaba en esa casita, que teníamos que encontrar el modo de pedir ayuda, de escaparnos, de hacer lo que estuviera a nuestro alcance para salir de esa situación aterradora.
Como pude, con palabras necias, torpes y desprovistas de cualquier R, le dije a esta persona que iba a traspasar el televisor para poder comunicarnos con quien estuviera del otro lado. Con una mirada cómplice y asustada, aceptó. Paso siguiente, me empujó con toda su fuerza hacia la tele y mi cuerpo fue atravesando la pantalla de a poco, primero la cabeza, luego el cuello, el torso, y las piernas.
Finalmente del otro lado, me encontré con Gasalla metido en la cama (que estaba realizando un sketch en vivo), e intenté explicarle la situación mientras él me miraba totalmente desconcertado, y revelaba un estado de shock inoportuno. Afortunadamente, del otro lado, en ese mundo, mi cuerpo había recuperado movilidad y mi habla estaba perfecta; lo cual facilitó ampliamente la comunicación.
Me apuré en contarle todo rápido, dado que mi ausencia no podía notarse en la quinta y debía regresar a ese cruel mundo lo antes posible. Una vez que me aseguré que Gasalla, no digo creyera, pero al menos dudara de mi historia...me lancé sobre la pantalla del televisor presente en el cuarto del estudio de TV, deseando fuertemente que el humorista fuera mi salvador, y llamara a quien corresponda ante una situación de este calibre.
Una vez de vuelta en la casita de árbol de la quinta, mi cuerpo tieso intentó comunicarle a mi compañero que el mensaje estaba dado. Miré hacia la lejanía, y la loca esa con arma en mano, no se había dado cuenta de nada...andaba pegándole patadas a uno.
Lo próximo que recuerdo es que mi cuerpo comenzó lentamente a sentirse libre, casi al mismo tiempo que mis oídos escuchaban sirenas de bomberos, policía y ambulancias. Cuando logré moverme, y bajar de la casita del árbol, vi a lo lejos paradito con cara de héroe a Mr. T. Para mi posterior sorpresa, me emocioné hasta el alma y corrí con la cara cubierta de lágrimas hacia sus brazos, salté sobre él, lo abracé fuerte y le pedí que me sacara inmediatamente de ese lugar.
Se abrieron las puertas de la quinta, y él me llevó en brazos (yo subida a él con las piernas rodeando su cintura, mi pecho contra el suyo, mi cabeza en su hombro y mis brazos alrededor de su cuello) hacia un auto grande, mientras yo explotaba en llanto.
Antes de entrar al auto, se acercó Mr. Eb. con cara triste pero aliviada y me acarició muy suavemente los cachetes. Yo lo miré con ternura, pero no pude hacer mucho más que eso ya que sentía mi alma totalmente paralizada.
Una vez dentro del auto, viajamos hacia cualquier destino muy lejos de esa quinta horrorosa y de toda esa situación perversa, yo acsotada en el asiento trasero con la cabeza sobre las piernas de Mr. T., y el acariciando mi pelo, mientras yo aún temblaba de miedo.
(Gracias Gasalla)

- Hace un rato mientras me duchaba, me toqué una horrible contractura en el hombro izquierdo. En ese momento, recordé instantáneamente todo lo que había soñado anoche. Dormí condenadamente mal, claro, por eso ahora tengo terrible dolor en la espalda.
Recordé, también, que después de este sueño (o pesadilla), me desperté en medio de la noche re asustada ("uhhh, era un sueño, menos mal", pensé), y súper pendiente de cualquier ruidito que escuchaba. En ese momento decubrí la única desventaja que siento en tener dos gatas...si te despertás de noche con un miedo desproporcionado, hacen ruiditos sutiles que te asustan aún más!

Rima

Una oreja muy graciosa,
portadora de un oído más curioso,
se acercaba despacito a la puerta,
y escuchaba mis secretos.
Yo, muy cauta y precavida,
susurraba por lo bajo,
porque algunos son muy míos,
y otros sólo puedo compartirlos con algunos.

Secretos tenemos todos, en mayor o menor medida,
pero son tan necesarios como el sol en el verano,
y un buen vaso de agua fría.

Un soneto ingenuo, con algo de rima,
para aquellos que se diviertan,
con algunas palabras mías.

(Ay, necesito que llegue el fin de semana!)

Reggae

Tu silueta congelada en mi cabeza,
y el recuerdo del encuentro ahí presente.
Un momento bajo el agua,
de cerveza, maní, y lengua.
Unos bailes inconstantes,
de sombras y dibujos,
en un espacio chico,
que te alberga ahí escondido.
No te escondas, vení a hablarme,
el reggae nos invita
a bailar juntos de la mano.

Rincón de sábanas

Tu barba desfigurada,
y una mirada perdida,
todos tus gestos paralizados.
Mi cuerpo despierto,
de deseo descontrolado,
haciendo uso de mis caricias
para despertar el tuyo,
y anestesiar tu cabeza.
Un rincón de sábanas nos espera,
y hoy nada nos detiene.

lunes, 8 de octubre de 2007

Pelis

Ayer vi 300, y hoy Líbero. La primera, que seguramente la mayoría ha visto, está muy bien hecha, la fotografía es muy linda, y vale la pena verla, es concreta y efectiva. No hay mucho más que eso para decir (salvo que Sin City me gustó más). La segunda, Anche líbero va bene (o just Líbero, como la llaman acá), es una peli italiana de esas que son exquisitas. Una puesta en escena sencilla, muy cálida, con una fotografía divina. El peso está puesto en la construcción de personajes, y la historia gira en torno a una familia de clase media con sus relaciones, conflictos, y tropiezos. No pude darme cuenta de en qué ciudad transcurre, pero solamente con ver imágenes de Italia me basta. El protagonista, un nene de unos diez años calculo, es sencillamente adorable, natural y de mirada transparente. No pude dejar de verlo y la última escena me hizo estallar en lágrimas. El actor que interpreta al padre del nene también está muy bien. Ya voy a chequear sus nombres.
Si uno de estos días están por alquilar una peli y no saben cuál...les recomiendo esta opción. Después me cuentan.

Que sea

la hora, el momento, el reloj descompuesto
la hoja, el lápiz, y tu recuerdo.
unos pies que se alejan, y otros pares que vuelven.
el acorde, tu voz y una nota sostenida
en un grito desesperado.
y tu boca húmeda,

un abrazo interminable,
y tus caricias irremplazables.

vos y yo,
un cama, una almohada, y un beso.

domingo, 7 de octubre de 2007

Contraste















Foto: Eugenia

Río de Janeiro

Envuelta en una especie de nostalgia me puse a mirar fotos viejas. Y me topé con las de Río, que por cierto no tienen más de unos meses (un poco más de medio año, si se quiere). Fui a pasar año nuevo y dos semanas de enero de este último verano con quien en ese momento era mi novio. La ciudad es tan hermosa, tan mágica y especial que no puedo dejar de postear algunas de las fotos que todavía hoy me hacen suspirar. Esos contrastes tan fuertes y esa belleza inaduita se han convertido en un rincón maravilloso, al que siempre valdrá la pena volver. Una y otra vez...a seguir descubriendo.
Ojalá disfruten de estas fotos los que fueron y adoraron la ciudad tanto como yo. Y ojalá que despierten curiosidad en aquellos que todavía no han ido.
Río de Janeiro, con todo, es un paisaje imperdible. Y no puedo dejar de nombrar a los cariocas, que además de ser amables están siempre bañados de alegría.

Vista Bahía



Desde el Pan de Azúcar



Atardecer















para revivir

Recuerdo


el monito cuya función principal es recordarme que estuve ahí.

Confirmación

Una voz que no me suena conocida ni familiar, pero que me despierta inmediatamente confianza en la materia tratada por tener de dueño a un experto en esto, me confirmó una sospecha que hace tiempo revolotea por mi cabeza: los hombres, algunos de ellos, no sólo no entienden nada sino que además son bastante pelotudos.
Qué lástima venir a descubrirlo hoy cuando creí que varios se habían convertido en la excepción a esa regla que todas difunden. Me sentía relajada creyendo que mis palabras eran entendidas porque eran conocedores de mi personalidad. Pero en fin, qué le hace una mancha más al tigre.
Gracias por volver a dejarme en claro o mejor dicho recordarme cómo funcionan ciertas cosas.
Good Night.

sábado, 6 de octubre de 2007

Sin voz

Un ojo muerto,
y de mirada vacía.
Tu encía sangra,
y una voz me llama.

viernes, 5 de octubre de 2007

Viernes

Hace ya un rato bastante largo, que estoy en bombacha y remera en mi cuarto terminando algunas tareas pendientes y juntando fuerzas (de esas que surgen de una preparación psicológica para lo que viene), para enfrentar el hecho de que tengo que salir de casa, y lidiar con los transportes públicos y la gente que camina por las calles, para ir a mi clase de los viernes por la noche.
Si no fuera por el trabajo que tengo que entregar, seguramente la fiaca me vencería y me dedicaría a disfrutar de lo mejor que puede ofrecerme este día: cama, chocolates, y películas (que, obviamente, no es nada poco).
Mejor me preparo un té y salgo de mi refugio antes de que me sienta demasiado tentada ante la posibilidad de una tarde cinematográfica.

jueves, 4 de octubre de 2007

¡Seguimos acá!

Y acá estoy, todavía sigo con los pies sobre este mundo.
Y mi maquinola...intacta, o mejor dicho sobreviviendo después de un golpe (como todos, no?).
Pero estamos vivas, ella y yo. Y así también mi pequeño planeta construido a base de recuerdos, palabras, sonidos, imágenes y fragmentos de una vida olvidada para unos, todavía presente en varios y nueva para otros. Así que sigan odiando o disfrutando de mí, porque no me fui!!
Todo gracias a mi antivirus, y por supuesto...a los consejos de mi amigo.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Maldito troyano

Recién el AntiVir me tiró un alarmante cartel en el que me avisaba de un virus "trojan horse".
Inmediatamente lo puse en quarentena y temí por la vida útil de esta maquinola que alberga en su interior tantas fotos, palabras, datos y trabajos desde hace años.
Paso siguiente, hice correr el antivirus que aún ahora está escanenado...no vaya a ser cosa de que el virus haya hecho metástasis y me infecte cada región del disco.
Siguiendo el consejo de un amigo, y luego de analizar cuidadosamente la situación con él (indicándole la ubicación del troyano, las opciones que me daba el antivirus y esas cosas), procedimos -en plural porque de otro modo no sé si me hubiera atrevido a hacer click- a borrar el archivo de la quarentena. Según sus sabias palabras (o al menos más que las mías en esta materia), borrar un archivo de la quarentena significa también eliminarlo del disco rígido. Por esa opción me decidí.
En este momento he perdido el rastro del archivo, y mientras escribo y chateo...espero el último diagnóstico del antivirus.
La PC anda lenta. Y no quería dejar de acercarme a la bitácora por si estas llegaran a ser unas últimas palabras. Si no aparezco en un corto plazo (los que me leen saben que posteo seguido), llamen a quien corresponda pues este maldito troyano habrá significado la muerte de mi queridísima computadora, y en ese caso también la mía.

martes, 2 de octubre de 2007

Octubre

bienvenido el mes, que entre otras cosas,
trajo mi nacimiento.