callen ese repiqueteo constante,
alejen mis oídos de esas dulces notas
que hoy se vuelven una tortura para mi cabeza.
suspendé esos sonidos repetitivos de tu teléfono,
dame el silencio que necesito.
vuelquen su paz sobre mí para contagiar a mi cuerpo,
y adormecer mis sentidos.
bacteria atrevida,
date por aludida cuando no sos bien recibida.
miércoles, 15 de agosto de 2007
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