las pupilas de mis sueños permanecen dormidas,
ajenas a mi deseo buscan refugio en la soledad de sus párpados blancos y se esconden en la quietud del rostro que las enmarca.
cohíben mis más dulces pero sórdidas miradas,
y finalmente se vuelven cuadro estático colgado en mi pared...
sábado, 18 de agosto de 2007
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