Los nuevos pasos derrumban de a poco viejas huellas.
Una imagen que se desvanece,
una creencia que se corrompe.
Un sentimiento cubierto por otro,
un dolor que crece.
Desilución que me acosa y me quita el sueño.
Odio admitir que quizás me equivoqué,
y todavía una gran parte de mí
dice que no es así.
Es triste pero no puedo evitarlo,
en todo caso, así es la vida
unos cogen, y otros miran.
domingo, 15 de julio de 2007
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