La sobriedad me trae calma, razón, y equilibrio.
Momentos de paz y reflexión, mi bienestar prima.
Me alejo de todo, y de todos.
Al menos de aquellos con tintes maliciosos.
Sólo me quedo conmigo, y con los otros.
Los que me cuidan, y no vigilan.
Los que están, y no se van.
viernes, 20 de julio de 2007
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