Una sensación de agotamiento
que no me permite siquiera trasladar mi cuerpo hasta la cama.
Una marea de emociones que arremetió contra mí para dejarme
callada, quieta, cansada, pero relajada.
Peso muerto sobre todo mi cuerpo, de pies a cabeza.
Un deseo inmenso de dormir, de estar acostada en un abrir y cerrar de ojos,
o de seguir sentada, y lejos de mis sábanas...pero siendo mañana.
lunes, 23 de julio de 2007
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