Cada texto es una parte de mi composición inmortalizada en el tiempo. Colgada.
Son porciones de un todo que se vuelven lejanas y mayoritariamente absurdas. Cuando me releo veo a otras diferentes en mí. ¿Existencialidad fragmentada?
No sé si acaso será que uno cambia todo el tiempo o simplemente varían las sensaciones. Pero si las sensaciones jamás pueden tener idéntica reproducción en el tiempo porque cada una de ellas se vuelve única en su composición, mezcla, e interpretación de sí misma - al punto en que uno no puede hoy sentir como ayer más que a través de la (re) construcción imaginaria de sensaciones -, se es otro todo el tiempo. Y eso es cambiar un poco todos los días. Ahora siento. Lo de ayer lo recuerdo. O lo construyo.
No sé. (Pienso en voz alta)
sábado, 15 de noviembre de 2008
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